¡Ya tenemos ganadora del I Concurso de Microrrelatos Tardobispo 2021 !
El pasado mes de Agosto y con motivo de las Fiestas de El Salvador de Tardobispo, la Asociación de Vecinos organizó dos concursos, uno de Dibujo Infantil y otro de Microrrelatos.
Para este último concurso se recibieron 11 microrrelatos por parte de 11 participantes.
La calidad de los escritos ha sido muy valorada por los dos miembros que han formado parte del jurado (un escritor de novelas y un representante de la Asociación de Vecinos). Destacan de los relatos la ilusión, creatividad y amor por la tierra de Tardobispo, valores que son de gran admiración. Por ello, todos los relatos serán recopilados en un libro digital que será publicado en nuestra web en las próximas semanas para que puedan ser leídos por todos los vecinos e interesados en el concurso.
El relato que cumplía con todos los requisitos del concurso y que ha recibido una puntuación mayor, ha sido el siguiente, de la autora: CRISTINA FERNÁNDEZ MARTÍN
Perseidas.
Por aquel entonces, Tardobispo era un lugar, si cabe, más alegre, donde siempre había un beso, una comida con familiares, miradas chispeantes de emoción entre unos y otros. Todos lo recordamos como la tierra que nos sonrió al crecer, donde las noches de verano olían a futuro y esperanza, y la plaza, era una pista de baile cada Agosto.
Con la llegada de las perseidas, algunos grupos de jóvenes nos juntábamos en el pueblo. Tumbados en algún rincón oscuro, dejábamos brillar nuestras pupilas al compás de las estrellas.
Nadie vio venir la pandemia. Con la llegada de la enfermedad, la vida se volvió oscura. Un poquito más dura, un poquito más rara. Solíamos pensar a menudo en las personas mayores y los niños, que, de pronto, veían la vida pasar a través de una ventana y una mascarilla.
La despoblación es un golpe duro para las personas. Siempre tan ávidas de sentirse en sociedad, unidas a las otras. Deseosas de una carcajada, un paseo... todas esas cosas cálidas que nos hacen ser humanos.
Algunos pensamos que quizá ese era el fin de la vida en los pueblos. Al fin y al cabo la nueva situación agravaba la falta de gente. Así que así acababa todo. Sin embargo nos...
- ¡Abueeeeela! ¡abu! Abuela despiértate. ¿Qué historia nos estás contando? -
Sentada en el suelo y con los ojos de un animalillo curioso, mi nieta me despierta del entre sueño. Siento su pequeña manecita limpiar una lágrima que se había escapado, caprichosa, por mis viejas arrugas. Frente a mí, la plaza del pueblo se extiende soleada y limpia. El griterío de los niños se mezcla con el agua de la fuente.
- ¿Quieres ir a coger moras? - dice ella.
Muy bien. El camino de la Iglesia estará ya fresco a esta horas. Suele estar lleno de bicis de los nuevos jóvenes del pueblo, y algunos agricultores alegres que riegan el huerto tranquilamente.
- No se hable más, cachorrita, iremos a moras.
Es Agosto de 2071.
Todo ha quedado en un viejo sueño.
Pero ahora os dejo, debo darme prisa.
Esta noche,
hay perseidas.
¡Enhorabuena a la ganadora!
En los próximos días recibirá su premio (productos de la tierra).
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